Angélica Mora
Apuntes de una Periodista
Alemania
"El azúcar sirve para quitarle lo amargo a la cebolla", me instruía una señora que hace empanadas en Chile.
Pero esta vez, el azúcar servía para tapar un cargamento de misiles y otras armas bélicas de Cuba, que podrian haber amargado a varias naciones.
El gobierno de la Habana cruza un muy mal momento tratando de dar explicaciones. El mundo está perplejo por la arriesgada acción del régimen de Raúl Castro. La excusa, que las 240 toneladas de armamento defensivo eran "material obsoleto, que iba a ser reparado y devuelto a Cuba, no está siendo creida por la comunidad iunternacional.
Perjudica la blanda explicación el hecho que el cargamento bélico estaba escondido debajo de los sacos de azúcar.
Para agravar la situación, el carguero Chong Chon Gangno tiene un negro prontuario, donde se especifica que con anterioridad sus autoridades han traficado con armas y drogas. Cuando se descubrieron los misiles las autoridades panameñas buscaban drogas en el barco.
El gobierno de Corea del Norte, desafiante, dice que el armamento forma parte de 'un acuerdo legal' entre Pyongyang y La Habana..
Naciones Unidas advirtió que si se confirma que el buque norcoreano retenido en Panamá lleva misiles sería una violación de las resoluciones internacionales y dijo que dependerá del comité de sanciones pronunciarse al respecto.
El protagonismo del régimen de la Habana ha quedado afectado, ya que su retórica de la no injerencia en los asuntos de otros países se le viene estrepitosamente abajo.
"Tanto fue el cántaro al agua... ".
¿Qué hubiera dicho Fidel Castro si estuviera saludable?:
¡¡¡Fueron los imperialistasss, los que colocaron los misiles en el azúcarrr!!!
Pero está Raúl Castro en el poder y explica que era "armamento obsoleto, mandado a reparar, con vuelta a Cuba".
Es como para que lloren obligados, picando cebollas en la procesión fúnebre de Kim Jong Il.