Superpotencia financiera
Pareciera que estamos asistiendo al nacimiento del nuevo actor financiero con alcance mundial luego de 70 años de preeminencia del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, instituciones creadas en 1944 durante la conferencia de Bretton Woods
JUAN USLAR GATHMANN

El Presidente se marchó a participar en una multitudinaria reunión que tiene lugar en Brasil donde se encontrarán los países del llamado BRICS (Brasil, Rusia, India, China, y Sudáfrica) con Unasur y que tiene como objetivo crear otro banco de desarrollo que favorablemente responda mejor que el Banco Mundial a las necesidades de sus países miembros; y también una suerte de alternativa al FMI que pudiese ser también más aceptable políticamente.
Lo otro que resulta interesante es que aparentemente la sede de esta nueva estructura financiera para los países emergentes estaría en Shanghái, puesto que su mayor aportante será, por supuesto, la propia China.
Pareciera que estamos asistiendo al nacimiento del nuevo actor financiero con alcance mundial luego de 70 años de preeminencia del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, instituciones creadas en 1944 durante la conferencia de Bretton Woods. Su misión fue darle viabilidad y estabilidad a la entonces nueva arquitectura financiera internacional, en la que se daba fin al patrón oro y nacía la actual, basada en el dólar norteamericano como moneda privilegiada de reserva y de comercio internacional.
Y por otra parte, se planteó financiar las grandes obras que requería el mundo de la postguerra y también el "tercer mundo", como entonces se denominaba genéricamente a India, Brasil y Sudáfrica; pero no a China y Rusia, que en aquella época pertenecían al "segundo mundo" de los países comunistas.
En otras palabras, que independientemente de la operatividad y utilidad efectivas que tengan estas nuevas entidades financieras, lo que sí luce real es que esta reunión de los BRICS (que en realidad, más allá del acrónimo, no tienen mucho más en común) con esta estructura política amorfa que es Unasur, va a servir de plataforma de lanzamiento a esta nueva potencia económica global que es China. Y esas nuevas instituciones financieras que ahora nacerían estarían lideradas por Pekín, como hasta ahora lo hace Washington en el FMI y en el Banco Mundial.
Resulta destacable, sin embargo, que los aportes ofrecidos para crearlas están denominados en dólares norteamericanos (que constituyen la mayor parte de las reservas de los países BRICS) y no en yuanes ni mucho menos en rublos, reales, rupias o rands. En cuanto a Venezuela, nuestro papel será el de observadores, y es probable que aún tengamos que entendernos con el FMI.