Agencias
Un centenar de aficionados con la camiseta de Chile desbordaron el miércoles los controles de seguridad de Maracaná y entraron a la fuerza al centro de prensa del estadio, menos de una hora antes del partido entre la selección de ese país y España por la Copa del Mundo de Fútbol. Los fanáticos, la mayoría jóvenes vestidos con camisetas rojas de la selección chilena y sin boletos, entraron violentamente al centro donde trabajan los medios internacionales, al parecer en un intento desesperado por llegar al graderío. Destrozaron la puerta de vidrio de acceso y una pared divisoria.
Varios casilleros metálicos cayeron al romperse la pared, pudieron atestiguar periodistas de The Associated Press que se encontraban en el centro de prensa.
La FIFA no emitió declaraciones de inmediato sobre el incidente. Anunció que difundiría un comunicado.
Una vez que llegaron a un corredor, los hinchas se percataron de que éste no llevaba al graderío, de modo que dieron la media vuelta y volvieron a la sala de prensa. Ahí, los guardias de seguridad retomaron el control de la situación, unos 15 minutos después de que comenzó el incidente, y obligaron a que decenas de invasores se sentaran en grupo.
Muchos se cubrían la cara con bufandas que llevaban el escudo de Chile, mientras los periodistas los fotografiaban.
“Yo era el único que estaba parado ahí (cerca de la entrada al centro de prensa)”, dijo el guardia de seguridad Diego Goncalves. “De pronto, ellos derribaron una valla y se abrieron paso a empujones”.
Cuando se le preguntó cuántos guardias debían haber vigilado la entrada cuando ocurrió el incidente, Goncalves dijo, “unos 20”.
La policía detuvo a los hinchas y los sacó del estadio en pequeños grupos.
Una decena de hinchas argentinos ya intentó saltar los controles de seguridad en el Agentina-Bosnia disputado en Maracaná el pasado domingo. También fueron detenidos.
Varios casilleros metálicos cayeron al romperse la pared, pudieron atestiguar periodistas de The Associated Press que se encontraban en el centro de prensa.
La FIFA no emitió declaraciones de inmediato sobre el incidente. Anunció que difundiría un comunicado.
Una vez que llegaron a un corredor, los hinchas se percataron de que éste no llevaba al graderío, de modo que dieron la media vuelta y volvieron a la sala de prensa. Ahí, los guardias de seguridad retomaron el control de la situación, unos 15 minutos después de que comenzó el incidente, y obligaron a que decenas de invasores se sentaran en grupo.
Muchos se cubrían la cara con bufandas que llevaban el escudo de Chile, mientras los periodistas los fotografiaban.
“Yo era el único que estaba parado ahí (cerca de la entrada al centro de prensa)”, dijo el guardia de seguridad Diego Goncalves. “De pronto, ellos derribaron una valla y se abrieron paso a empujones”.
Cuando se le preguntó cuántos guardias debían haber vigilado la entrada cuando ocurrió el incidente, Goncalves dijo, “unos 20”.
La policía detuvo a los hinchas y los sacó del estadio en pequeños grupos.
Una decena de hinchas argentinos ya intentó saltar los controles de seguridad en el Agentina-Bosnia disputado en Maracaná el pasado domingo. También fueron detenidos.