Quantcast
Channel: Sucede Ahora por Angélica Mora
Viewing all articles
Browse latest Browse all 18905

CHILE: Y SU DESTINO

$
0
0
05/12/2013
José Raúl González Merlo
Prensa Libre, 05/12/2013
Dicen que “aquellos que no conocen la historia están condenados a repetirla”. Ningún otro país de Latinoamérica puede apropiarse más de ese refrán, en este momento, que Chile. Ahora que la Dra. Bachelet va a una segunda vuelta de elecciones presidenciales contra la señora Matthei, parece que el electorado chileno tiene en sus manos un regreso al socialismo o la continuación del camino que ha despertado la envidia del continente. El milagro económico chileno no ha sido ningún milagro. El crecimiento económico que ha reducido la pobreza de 40% a 10%.
En dos décadas es producto de una política deliberadamente alineada a una economía libre, no a un modelo socialista. Desde que el general Pinochet entregó pacíficamente el poder en 1990, esa nación ha continuado con una inercia que, de seguir en la misma dirección, les concedería el honor de ser el primer país que sale del subdesarrollo del continente.
Más interesante había sido que cuando la oposición política representada en Patricio Alwyn recibe el poder, a pesar de ser de “izquierda”, entienden la importancia de continuar con las políticas económicas que hasta ese momento habían funcionado bien. Igualmente inteligentes fueron sus sucesores socialdemócratas: Eduardo Frei, en 1994; Ricardo Lagos, en 2000; y Michelle Bachelet, en 2006. No fue sorpresa que el actual presidente, Sebastián Piñera, con su pasado empresarial, entendiera la importancia de “no pretender componer algo que no está descompuesto”. Sin embargo, ahora que la señora Bachelet se perfila como la ganadora, por segunda vez, de la presidencia chilena, las promesas de campaña parecen querer dar un viraje importante a la economía.
“La mayoría del país ha votado por la propuesta que le hemos hecho a Chile, para que Chile sea, de una vez por todas, el país moderno y justo que queremos” —dijo Bachelet a sus seguidores luego de la primera vuelta—. Veremos si Bachelet cumple su promesa y se pone a jugar con el “modelo”; entre otras cosas, elevando el impuesto sobre la renta de las empresas en un 25%, para pagar por un estado de bienestar. Ella recibiría el país con una tendencia de crecimiento económico de 5.5% y con la tasa de desempleo más baja en décadas —aproximadamente 6%—. La inflación está contenida, los salarios reales han crecido y las cuentas fiscales están en orden. Por el momento, Chile sigue siendo la envidia del continente.
Cada generación de ciudadanos, y sus respectivos políticos, tienen una grave responsabilidad por su propio bienestar económico. Esta nueva generación de chilenos parece haber olvidado cómo es que ha llegado a ser el país más próspero de América Latina. Y por esa falta de “memoria histórica” quiere jugar a ser un país europeo. Me parece que tienen todo el derecho de equivocarse. En todo caso, la moraleja para aquellos que envidiamos la rapidez con la que Chile ha disminuido sus niveles de pobreza es simple: la riqueza es efímera; conozcan su pasado pobre o volverán a repetirlo. Nadie tiene “comprada” ni mucho menos garantizada la prosperidad para siempre. Chile no será la excepción.
homoeconomicus@outlook.com

Viewing all articles
Browse latest Browse all 18905

Trending Articles